¡Hola a todos mis queridos shakespereanos! ¿Cómo están? Espero que muy bien. Yo por mi parte estoy que reboso de alegría (como una milanesa) ya que por fin pude completar un desafío mensual y además cumplí uno de los desafíos anuales *me siento realizada, les juro que cuando me di cuenta que había leído más de cuatro libros casi me desmayo* que se basaba en releer tres libros: Carry On (reseña acá) Him (del cual no hice reseña porque no cambió mi opinión del libro, me sigue gustando) y Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo, reseña que les traigo hoy.
¡Espero que lo disfruten y nos leemos en los comentarios!
<< El problema con mi vida era que se le había ocurrido a alguien más>>
Aristóteles es introvertido y tímido. Dante es transparente y expresivo. Por motivos que parecen escapar a toda razón, estos dos chicos de diecisiete años se encuentran y construyen una amistad entrañable que les permitirá redefinir el mundo del otro y aprender a creer en ellos mismos para descubrir los secretos del universo.
Para todos aquellos que han tenido que aprender a jugar con otras reglas.
Este mes me había propuesto tres simples (y complicados) retos: llegar a los 700 seguidores (me faltan poquitos), cumplir un desafío anual y hacer un sorteo. El sorteo seguramente se los esté trayendo la semana próxima ya que estoy investigando más a fondo el tema de bookdepository (los quiero complacer) por lo que, viendo cómo van las cosas, me siento feliz por haber logrado más de lo que esperaba. Pero, de todos estos, el que más ilusión me hacía era completar un desafío anual. Y ¿qué mejor que un break para releer?
Me acuerdo que la primera vez que había escuchado sobre este libro lo posicionaban como la lectura del año, ese libro que te iba a hacer llorar de tal manera que se te iban a paspar los ojos y que no iba a existir cremita que te curase. Era de esas lecturas que te revolucionaban el alma y el jart. Yo le tenía altas expectativas y no solo las cumplió, sino que también me enseñó que había (hay) escritores que se animan a romper las reglas y traer una relación que rompe un poco con la típica formula chica x chico. Imaginen como estaba, más o menos me había hecho pis encima cuando me di cuenta de que este libro contenía al menos, un personaje que pertenece al colectivo LGBTQ+
Hoy, dos años más tarde, sentí más de lo que esperaba sentir y hasta me animo a decir que me gustó más de lo que me había gustado en ese entonces. Puede ser porque haya madurado un poco más, porque lo leí de una manera más ajena –por así decirlo- o porque simplemente aprecié otras cosas que antes había pasado por alto. Creo que es un libro que logra cosas importantes en uno, y que principalmente lo hace por la simpleza con la que está escrita la historia. Nada de cosas rebuscadas, nada de comparaciones rimbombantes, nada de palabras innecesarias.
Lo que más me gustó de este libro es la simpleza con la que está narrada, esa pluma fresca y llevadera que tiene Benji al contarnos que los misterios del universo están ahí para nosotros, esperando a que los vayamos descubriendo. Me gustó la complejidad de los personajes, de los pensamientos y todo este mundo sentimental que hay en cada uno; me copó como te cuenta sobre la tristeza, el duelo, la soledad, el amor, la confusión, el odio, la importancia de la familia. Es un libro que toca muchas cosas y lo hace con una sensibilidad y un tacto tan especial que simplemente es un placer leerlo. Otra cosa que me encantó es que él man es poesía, no me vengan a querer decir otra cosa porque no lo acepto. Tiene CADA FRASE MABEL, que se te cae la bombacha como a la Sra Muntz.
Es hermoso poder leer a autores que no necesitan de nada demasiado trabajado o que se pierda en cosas sin sentido, a veces solo es necesario tener una buena historia y las ganas de contarla.
Es hermoso poder leer a autores que no necesitan de nada demasiado trabajado o que se pierda en cosas sin sentido, a veces solo es necesario tener una buena historia y las ganas de contarla.
Lo que cierra el broche de oro de esta reseña es como están estructurados los personajes, lo que sienten, cómo viven, las durezas con las que se van enfrentando en el camino, como a veces todo parece perdido o demasiado para soportar. Están TAN BIEN armados los personajes que no te SON indiferentes. Los podes odiar, amar, querer meterles un bife por idiotas PERO SIEMPRE TE VAN A HACER SENTIR ALGO, y eso es mucho que decir.
En cuanto a Benji el tipo escribe como los dioses. Es un tipo grande, que podría estar escribiendo otro tipo de literatura orientado a un público más maduro o tocando temas más fuertes, y sin embargo el escribe para todos. Aunque sean libros juveniles, su prosa no tiene edad y lo pueden disfrutar tanto jóvenes como adultos y eso es algo que no todos los escritores pueden asociar con su escritura. Además, lo hace ver tan sencillo, como si contar todos los sentimientos de una persona fuera tan simple como “ay, me enamore, estoy feliz” y acompañarlo con frases que te vuelan la peluca. Pero sobre todo, lo que me gusta es que el tipo escribe como le sale, no lo fuerza y no la hace con el motivo de vender; sino de contar una historia. Y eso se nota, cuando un autor escribe por vender y cuando alguien escribe por placer.
En cuanto a los personajes tenemos como protagonista a Aristóteles, un chico que desde el primer momento vemos que es diferente, que ve las cosas desde una perspectiva bastante oscura y que siente las cosas de una manera muy intensa. Ari es de esos chicos que les cuesta las cosas; que se tiene que matar para lograrlo y que a veces no le salen como el las espera, tiene mucho odio adentro, un ser con muchas batallas internas que no sabe cómo librar y con mucho dolor. Es un personaje muy sensible y con el que todos –en algún momento- nos sentimos identificados. Lo que más me gusta de su personaje es que es distinto. Es trágico, pero tampoco es de esos personajes que te dan rabia por lo trágicos que son, y al menos, él no tiene una razón para ser como es (no es que le paso algo de chiquito y ya) es solo que a veces no sabemos cómo lidiar con los sentimientos. A veces uno no puede solo y tampoco pedimos ayuda porque no sabemos cómo hacerlo.
En esta releída me sentí identificada con él (y eso pasa una vez cada 84 años) y es que realmente se lo que se siente tener tanta amargura adentro y no saber cómo expulsarla de una manera ‘correcta’, solo explotas o te lo seguís guardando. Cuando por fin se da cuenta de las cosas que le pasan, que no puede seguir escapando de lo que es, sentí como si me estuviera hablando, como si me dijera: nunca te avergüences de sentir lo que sentís, nunca te avergüences de ser lo que sos. Es un personaje que enseña –sin querer hacerlo- a través de las experiencias.
En esta releída me sentí identificada con él (y eso pasa una vez cada 84 años) y es que realmente se lo que se siente tener tanta amargura adentro y no saber cómo expulsarla de una manera ‘correcta’, solo explotas o te lo seguís guardando. Cuando por fin se da cuenta de las cosas que le pasan, que no puede seguir escapando de lo que es, sentí como si me estuviera hablando, como si me dijera: nunca te avergüences de sentir lo que sentís, nunca te avergüences de ser lo que sos. Es un personaje que enseña –sin querer hacerlo- a través de las experiencias.
Por otro lado tenemos a Dante, un chico que como Ari, tienen en común esto de esconder cosas que no saben cómo exponerlas. Cosas que lo lastiman o que lo fortalecen. Es un personaje imposible de odiar, un personaje que te demuestra que la valentía, la honestidad y los sentimientos verdaderos existen, al igual que el dolor. La vida no es de color de rosas y él lo sabe y te lo demuestra; que no hay que escapar a pesar de las consecuencias. Dante en la primera leída fue mi personaje favorito por demostrar ferocidad cuando la necesitaba y que ser dulce no es un crimen. Pero en este caso, al sentirme más en sintonía con Ari, pude notar un montón de cosas que antes había pasado por alto, como el dolor que soportó, las veces en las que quiso bajar los brazos o resignarse a ser solo un amigo. A pesar de ser un personaje bien plantado y que no se come los mocos, también fue bueno ver que es solo un chico en un mundo lleno de odio, que le toco vivir en un lugar y una época muy atrasada para sus pensamientos y sentimientos. Me hubiera ENCANTADO, ENLOQUECIDO, FASCINADO haber leído algo desde su perspectiva, ver a través de sus ojos como veía a Ari. Me hubiera encantado que la historia sea narrada por los dos y no solo por Ari. Lo que más me gustó de Dante es como, a pesar de todo, no se infectó con esa maldad, como siguió siendo puro pero sin serlo del todo, como no perdió su esencia.
Los padres cumplen un rol muy importante en este libro y es algo que no se ve muy seguido en los libros juveniles. Por eso me resultó super refrescante que demostraran que las familias en los libros no son todas de adorno, o súper egoístas o malvadas. También hay familias que aman fuerte, protegen y que te apoyan con todo lo que son. Tanto como los padres de Ari como los de Dante son de esos reales; que se equivocan por querer hacer las cosas de una manera más correcta, que sufren y que se hacen responsables de sus errores.
En cuanto a la trama, esta nos cuenta de Aristóteles Mendoza, un chico muy particular que sigue buscando su identidad. El verano comienza y con él, las nuevas aventuras que planea vivir y que lo ayuden a cumplir su propósito, pero lo único que encuentra es a este chico Dante, el de la voz chillona por las alergias, que se compromete a enseñarle a nadar. Con esta interacción, las cosas cambian radicalmente para nuestro prota.
Ays, es divino, hermoso, celestial. Es genial poder leer como crece, como se va haciendo hombre y va dejando de lado esto de ser un chico. Es estupendo ver cómo es su relación con su familia; su padre, veterano de Vietnam. Su madre, con cicatrices inescrutables. Es estupendo ver cómo se va dando cuenta de las cosas, como se va amoldando a las situaciones y como va superando los momentos difíciles. Es un libro que se lee medianamente rápido pero que tiene un proceso, que llama a una lectura profunda en la que el lector pueda absorber todo lo que va pasando. Tiene unas frases impresionantes y unas escenas que no me canso de resaltar por lo buenas y profundas que son.
Lo único que me hubiera gustado leer es algún que otro capítulo narrado desde la perspectiva de Dante. Me hubiera gustado leer como era estar al lado del chico por el que te morís de amor, pero que no lo podes empujar a hacer lo que queres. Me hubiera gustado mucho leer como eran las cosas para él. Hubiera sido muy interesante.
En general, es un libro magnifico y que merece ser leído. Que te hace reflexionar sobre lo que es descubrirse a uno mismo, el mundo que nos rodea, el mundo de las personas a las que queremos, la importancia de la familia y sobre todo es una historia hermosa que enseña que el amor es amor, nada más que eso.
Y ustedes, ¿leyeron este libro? ¿Qué les pareció?
Nos leemos en la siguiente entrada,
¡los quiero!