Crónicas de una universitaria bloggera #3- ¿Qué te pasó Takataka? antes eras chevere...

 Buenas mis queridísimos lectores, ¿cómo los está tratando la vida? yo por mi parte me encuentro un poco desanimada ya que estos últimos días fueron un tanto difíciles para muchos de mis amigos y para mi, ya que un gran amigo, un tipazo, nos dejó.
 Pero sacando de lado eso, me encuentro bien, en realidad un tanto extraña ya que después de tanto pensar las cosas y reconsiderarlas una y mil veces, decidí tres puntos importantes de las que les voy a estar hablando en la siguiente entrada de it's my life.

 Ahora y para darle vida a esta sección del blog que a muchos les gusta, les pienso contar como Takataka (mi persona) dejó de ser chevere.

 Para los que no entienden el sentido del título de esta entrada, Takataka es uno de los presidentes con los cuales Lisa se enfrenta en un viejo capitulo de los simpson, y según Bart deja de ser chevere por querer cobrarle la deuda.

 Bueno, cómo saben, hasta julio estuve cursando el primer cuatrimestre del primer año del profesorado de lengua y literatura. Estaba re contenta ya que estaba haciendo algo que -en su comienzo- me gustaba ya que siempre me había interesado (y lo sigue haciendo) la docencia, aunque me estaba partiendo los cuernos con latín y con psicología.
 Estaba casi segura de que iba a promocionar unas cuatro materias como mínimo y estaba tan cegada (y con miedo) de respirar fuera del libro que me fui perdiendo un montón de partes que conforman mi ser. Empecé a dormir unas tres/cuatro horas por noche y mi dieta se basaba en mate, café y medialunas (subí tres kilos en un mes) pero a pesar de esto, estaba encaprichada con seguir y no porque me gustara porque desde un tiempo ya no quería seguir más, sino por la presión.

 La presión de haber cambiado tres veces de carrera, la presión de volver a perder un año más, la presión de escuchar el odioso "te lo dije" de algunos familiares, la presión de simplemente dejar de ser lo que sos. Pero, como yo ya había dejado de ser lo que era por el estudio, no quería perder esta parte que me quedaba y seguí.
Aunque no me gustaba, aunque no le ponía ganas, aunque sabía que no era mi destino.

 Por eso, cuando termino el cuatrimestre y solo tenía en la libreta una materia aprobada no solo me pesó el fracaso de las tres que pensaba que iba a promocionar y fui a final, y el hecho de que no era feliz con lo que hacía... me peso el saber que iba a seguir de todas maneras porque no quería más presión de la que tenía.
 Empece a comer mucho menos mientras preparaba el final de latín (cosa horrorosa) y no solo perdí los tres kilos que había ganado, sino que también perdí otros tres que necesitaba mucho. Las ojeras que tenía eran impresionantes (cualquier panda o mapache estaría celoso) y ya no tenía ganas ni de levantarme de la cama. Sumado a que leía muy poco, estaba en las puertas de la depresión.

 Por eso, cuando me di cuenta (y esto fue lo más duro de todo el proceso) de que no solo no quería seguir, sino que ya no podía le dije a mamá: discúlpame vieja, pero esta no es mi carrera, esta no es la vida que quiero, esta ya no soy yo. Mamá me dijo que ya era hora de que dejara de hacerlo por los demás.

 Si, fue difícil y hoy, después de tres meses, aún extraño el Joaquín. Pero me recuperé y volví a ser la de antes. O al menos, casi. Porque jamás voy a volver a ser Juli del pasado, esto me cambió y me ayudó a crecer.

 A pesar de que tengo esta maldición de no completar ni un fucking año en ninguna carrera, no soy una persona que quiere estar trabajando en un lugar que no la apasione o tener que estar pensando en conseguir un tipo que me mantenga. Me gusta aprender y cuando realmente me encanta, le doy con todo. Por eso, simplemente, empece a hacer cosas distintas.

 Arranqué un curso de japones por teléfono el cual me enloquece de felicidad y tengo bastante avanzado y uno de inglés que ya casi termino. En diciembre me tengo que anotar en la academia para hacer japones (ya que quiero que sea todo legal) y también decidí darle una chance a la UBA: y esta vez va a ser la carrera de edición. Porque no solo junto a la carrera de traductor, son las últimas carreras que me gustan (se me acaban las opciones) sino porque realmente quiero trabajar con libros, traducirlos, crearlos... es como ser un mago ya que estas creando magia.

 Estoy bastante emocionada (más por el curso de japones, ya que en unos años planeo visitar el país del sol naciente) y espero que con esto, la maldición se rompa. Y pueda ser feliz con un titulo (?

Moraleja: ya que esto puede quedar un poco chapucero ya que mientras estoy escribiendo esto estoy arreglando una escapadita de fin de semana con unos amigos, quiero que me escuchen, lean y traduzcan: La vida es una sola. A veces nos da oportunidades que las dejamos pasar y otras nos colgamos del techo como esas imágenes que te muestran del transporte indú. A veces los problemas son demasiados y nos terminan ganando, como en el caso de mi amigo. Pero en otras, estas oportunidades son esa lluvia que tanto anhela la tierra. A veces es mejor probar y dejar, que hacer algo que no te apasiona. Por eso -y para no irme por las ramas- amen loca, inmensa, con ganas, fuerte, con todo, sin medir, sin pensar, sin temer, sin escapar lo que estudien. Es un enorme privilegio estar en uno de los pocos países cuya enseñanza es para todos lo que quieran y en la que podes probar todas las carreras que sean necesarias antes de encontrar lo tuyo, lo que te apasiona, te vuelve loca y te hace feliz. 

Y eso es todo, no se olviden de que en los comentarios o en las redes nos leemos.

Nos estamos leyendo!