Crónicas de una universitaria bloggera #1: Antes y después del Cbc, nuevos comienzos y como me preparo.

Hola mis amados, siempre lindos y super dulces lectores ¿como están pasando estos últimos días de febrero?¿Están leyendo algo que valga destacar o simplemente andan flojeando fuerte antes de la época de parciales? Yo por mi lado estoy que no me aguanto las ganas de comenzar esta hermosa etapa que es la universidad (o en mi caso terciario) ya que hace MUCHO tiempo que no agarro un apunte. Por eso decidí sumar este tipo de sección random y un poco más personal que ya había visto y amado en el blog de Aylu (El mundo de Aylu) y en el de Fedra (Siempre hay palabras) en el que básicamente les voy a estar contando como me va la vida en la facu/profesorado. Como habrán visto en el título esta entrada se va a componer en tres partes: mi vida antes del profesorado y mi experiencia casi traumática con el cbc, como me preparo para este primer día y sobre todo, que es lo que voy a estar estudiando.

Sin más dilatar esto, comencemos!

Mi antes y después:

Esta creo, va a ser la parte más larga de las tres ya que tengo muchas cosas para contarles sobre el cbc. Cosas que muchos de ustedes van a entender y otros se les va a pinchar la ilusión antes de probarla (lo siento, a veces la vida es así)

Cuando estaba por cuarto grado o quinto, mi mamá (una doctora frustrada) se la pasaba viendo programas de hospitales a lo ER y Grey's anathomy donde no solo los doctores te mostraban como le salvaban la vida a las personas, si no como la gente los valoraba por ello. Entonces una tarde mientras mirábamos ER juntas tomando mate y comiendo cañoncitos de dulce de leche le confesé a mamá que quería ser doctora y ojo, no cualquiera, una cirujana. Mamá me sonrío, me dijo que podía ser lo que yo quisiera ser y seguimos mirando como el doctor Kovac era el más hermoso de todos y el más eficiente (luego de  Clooney, obvio) 

 La pasión sobre los bisturís, corazones y anestesia local me acompañaron toda mi infancia y adolescencia y cuando llegue a cuarto año del secundario (que en ese momento y en este país podías optar entre pedagógico, comunicaciones, turismo y biológico) yo me decidí por biológico. Era el más difícil y yo amo los desafíos. Fue el mejor año de mi vida, donde tenía biología seis horas a la semana. Pero en quinto, mi mamá sufrió un ataque convulsivo que la dejo con un mes perdido entre el coma y la recuperación de una toracotomía, conmigo cuidándola día y noche. Ese mes que estuve a su lado dormía, comía y hacía los tps que me daban los profes para aprobar las materias en el hospital. Charlaba sobre novelas mexicanas con la compañera de habitación de mi mamá que tenía cáncer etapa IV y me dividía entre cuidar a mis hermanos menores y tener una vida social al 2%. Como era de esperarse, en vez de fortalecer mis ganas con la medicina vi como los doctores se quejaban del sueño, de la paga, de que comen mal, de que no ven casi nunca a sus familias por los turnos eternos que tienen y de como si les hubieran dicho en el secundario como era la vida de un doc hubieran elegido otra cosa. Nunca en esos casi dos meses vi un doctor que realmente disfrutara de lo que hacía y aunque yo se como es la vida de un doctor me asustó el hecho de que luego de tres años de recibirme terminaría como uno de ellos. Cuando mamá estuvo bien le dije "ma, me anoté en el cbc... de letras"

Terminé quinto con un promedio de casi 8, dando el discurso de despedida en la legislatura y sin ninguna materia colgada. Todo un ejemplo. Y cuando el primero de abril del 2015 llegó yo ya estaba preparada para dar tres materias en un cuatrimestre. ¿mi error? pensar que iba a ser fácil.

Cuando en la asignación de materias vi que tenia Introducción al pensamiento científico, Semiología y Sociología estaba que no cabía de mi felicidad ya que por fin estaba estudiando algo directamente con lo que quiero seguir. Pero luego de la primera semana el horror comenzó. No, no salió Freedy Krueger tratando de matarme con toneladas de parciales y tps, ni Saw dándome a elegir entre matar mi vida social a cambio de buenas notas. Pero estuvieron muy cerca.

 En mi caso cursaba de 7 a 11 de lunes a viernes en la sede de Montes de Oca (veinte min de casa) por lo que me tenía que levantar cinco y media para domar mi pelo, desayunar un buen café con leche y unas tres tostadas con queso crema y dulce de leche, ver que no me olvidaba nada (porque siempre me dejo entre tres y seis cosas en casa) y salir cuando todavía era de noche en pleno invierno... salvajada. Pero las cosas tampoco mejoraban cuando llegaba a la facu. No había calefacción por lo que estaba emponchada toda la hora, oscilaba entre cabecear y babearme con la idea de mi cama calentita y unas buenas ocho horas de sueño y más importante: nadie era social conmigo y yo no lo era con nadie. ME ABURRÍA COMO UNA OSTRA ENTRE HORA Y HORA. En cortas palabras, tenía que recursar IPC y promocioné semio y socio. Pero sufrí, llore, me dije una y mil veces que estudiar no era lo mio, que de seguro no "servía" y me frustré como nadie. No entendía como había gente que se atrevía a trabajar y estudiar como si fuera realmente posible pero si entendí que la única persona que te puede impedir que hagas las cosas sos vos mismo.

 Entonces... ¿se puede? Si se puede, claro que si, pero vamos... en vez de hacerlo en un  año lo haces en tres. Esto llevo a que no me anotara de nuevo.

Desde agosto en adelante me debatí entre si era la materia correcta... capaz era eso. ¡Si! tenía que serlo. Por lo que comencé a ver que otras opciones tenía. Diseño de indumentaria, de interiores, turismo, diseño web y analista de sistemas fueron unas de las opciones que tenía en mente y luego de buscar pro y contras quedo Turismo... pero nadie me iba a bancar la facu. Porque ya había dejado una vez.

Esto llevo a que perdiera de alguna manera (porque en realidad inverné) un cuatrimestre. Todo ese tiempo lo use para poner en la mesa todas las cosas. Lo que quería ser, lo que tenía visto para mi vida, las aspiraciones que tenía y aunque el miedo y el desconcierto estuvieron casi siempre conmigo tuve la suerte de poder encontrar el camino y volver a mis raíces... si la primera vez no sale, la segunda puede que si. Junté todos los papeles y me fui a anotar al profesorado de Literatura, donde desde el 22 de febrero (ayer) estoy cursando.

Con esto les quiero decir que la única traba entre vos y tu felicidad académica sos vos ( y a veces el dinero), que si no es esa carrera puede ser otra, somos jóvenes y eso puede pasar ¡es normal! y sobre todo puede que no sea ni la carrera, ni la universidad ni el momento. Cada uno tiene sus tiempos y eso es una de las cosas que nos hace seres individuales.

Nuevos comienzos:

Entonces fui acompañada de mi mejor amiga y entramos a este nuevo mundo donde todos hablaban con todos, donde hay una cafetería dentro de la facu, donde los chicos lindos abundan y ¿ya les hable sobre la comida? ah, y es estatal. Golazo. Me anoté en 15 minutos como exageración y listo. Así de simple.

Como les contaba me anoté en el profesorado de enseñanza superior en literatura, una carrera estimada en cinco años con materias casi iguales a las del cbc (salvo la parte pedagógica), en un turno en el que puedo dormir hasta las nueve si quiero y hacer un curso de inglés.

Los errores que no pienso cometer esta vez son:

- No subestimar la calidad educacional 

- No araganear

- Saber administrar mis tiempos y prioridades

- Dormir bien

Lo demás se ve sobre la marcha.

Del 22 de febrero al 16 de marzo voy a tener un curso de nivelación y luego del 29 de marzo comienzo el primer año de la carrera (sin cbc) no desestimó la oportunidad de hacer alguna carrera complementaria en la UBA pero por el momento me quiero dedicar sin miedo a esto.

Como me preparo:

Como su servidora sufre de dolores de espalda y contractura crónica, no suelo llevar más de lo necesario en la mochila y esas cosas son:

- Un cuaderno universitario (de los grandes)

- Una lapícera azul, una negra y una de color.

- Un liquid (suelo equivocarme bastante... ya saben, la dislexía)

- Una botella de agua

- Algún snack

- La lectura de ese momento

- Mi agenda

- El celu, los auriculares y la billetera (esencial para comprar más comida y café)

- Paraguas (si el clima esta feo)

Y eso es todo, espero que le haya gustado mucho esta sección y me gustaría mucho hablar con ustedes sobre como se preparan, que estan estudiando o que piensan estudiar, que experiencias tuvieron con el cbc y todo lo que me quieran contar (ya sea por acá, fb y twitter) 

Nos vemos en la próxima entrada,

Los quiero!