Reseña: atrapado corriendo - Madeleine Urban y Abigail Roux

¡Hola lectores! ¿cómo están? espero que super bien, disfrutando de sus lecturas o lo que sea que estén viciando. Yo por mi parte estoy aprovechando que ando medio resfriada como para bloggear desde la cama (siempre viendo el lado positivo de las cosas jaja)

Hoy les traigo nuevamente una reseña de un libro que me gustó pero del que esperaba más.

¡Espero que lo disfruten y nos leemos en los comentarios!

Diez años después de graduarse, Jake “el atleta” Campbell y Brandon “el marginado” Bartlett, enseñan en su vieja escuela secundaria y aun viven en mundos separados. Cuando Brandon es obligado a ocupar un puesto como entrenador en el equipo de béisbol de Jake, ambos aprenden más el uno del otro, de lo que jamás hubieran esperado. En secundaria la imagen es lo que cuenta…, incluso para los profesores. Brandon y Jake tienen que superar las nociones preconcebidas para encontrar la amistad que necesitan para poder trabajar juntos. Y en algún lugar durante el trayecto, descubren que las percepciones siempre pueden cambiar para mejor.

Bueno, como sabrán (y si no, se los paso a comentar) estoy teniendo una pequeña obsesión con los libros de Madeleine Urban y Abigail Roux al punto en el que me tengo que obligar a no morfarme los siguientes libros de cut & run para que me duren (? por eso, navegando en Goodreads descubrí que habían escrito otro libro juntas y como lectores ya deben saber la sensación de que no importa que tengas que hacer algo importante: esto pasa a segundo plano cuando la obsesión saca sus sucias garras. Me hice con el ebook y el resto es historia.

Lo que más me gustó fue lo cotidiano de todo; ellos son dos ex compañeros de grupos sociales muy distintos y que por ciertas circunstancias no salieron a ver el mundo como te empujan a hacer en Estados Unidos (que posta, que asfixiante es eso de empujar a un pibe que termina el secundario que tiene que matarse por una beca en la universidad y a la vez conocer lo que es la vida) así que sí, me copo que ellos a pesar de todo se lo tomarán con calma y disfrutarán de pertenecer a su pueblito. Otra cosa que me E N C A N T Ó fue el slow burn de la pareja; sin dudas el slow burn es de mis cosas favoritas cuando están bien hechas porque como lector podes sentir la ansiedad, la desesperación pero también el recelo y la precaución. Ellos son precavidos por la homofobia y todo lo asqueroso que es la sociedad a pesar de estar en siglo XXI (onda, love is love bitches) Otra cosa que me resultó llamativa fue como resaltaron las diferencias entre las personalidades de Brandon y Jake. Pero a la vez se notaban más las cosas que tenían en común, lo conectados que estuvieron desde el primer momento y lo precioso y sin esfuerzo que fue. Para cuando se dieron cuenta de que estaban enamorados ya tenían un nivel de confianza adorable.

Pero lo que más me gustó, lo que cierra con broche de oro fue el mensaje que da. El como quedarse atrás no es malo. Me hizo acordar muchísimo a una parte de Wolfsong (reseña acá) en la que Elizabeth le dice a Ox que alguien siempre se tiene que quedar en casa para recordarle a los seres queridos que siempre hay un hogar al que volver (explicado chapuceramente, TJ lo dice de manera más cute y significativa) pero yo lo sentí así: a veces uno necesita quedarse por uno mismo, para recordarse de que a pesar que viajes por el mundo siempre hay un lugar, un punto geográfico o una persona a la que volver. Y para ellos su hogar es esa escuela secundaria, la importancia de los chicos y como influimos en la construcción de su carácter y como en el otro encontraron una persona que pensaba lo mismo, que sentía lo mismo.

En cuanto a las escritoras solo había leído (a esa altura ) cut & run (reseña acá) y aunque había tenido algunos problemas para agarrar ritmo me había gustado mucho pero con este simplemente no conecté con ellas. Me resultaron forzadas algunas cosas, sucesos y expresiones. Nada en particular, solo el porcentaje de todo. Sentí que a pesar de amar la pareja se tiraron a chancho y no explotaron cosas piolas haciendo de la historia entretenida pero nada memorable.

En cuanto a los personajes tenemos como protagonistas narradores a Brandon y a Jake.

Brandon es profesor de biología en un colegio secundario. A pesar de que el tipo se sacrifica por sus estudiantes porque realmente le nace no recibe el crédito necesario y aunque su vida es bastante beige (con esto me refiero a que ni es blanco ni negro, ni infeliz pero tampoco disfrutable) lo único por lo que lucha (unas clases especiales) se lo niegan y lo empujan a ayudar al entrenador de baseball con los borregos. El, que es una persona pura y sin maldad, se traga la frustración y da lo mejor de sí dándose cuenta que no solo el deporte lo apasiona sino que también encuentra en Jake una persona distinta a la imagen que se había hecho en los años de secundario, cuando Jake era popular y una promesa fuerte para los profesionales. Brandon me resultó adorable, ingenuo y cute a pesar de todo el aura de machote. Es de esas personas que se dedican a las personas que aprecian realmente y es un pancito con tuco de lo sabroso que es (? Onda, el tipo es considerado pero firme con sus convicciones, es muy atractivo.

Por otro lado tenemos al alma de la fiesta, el entrenador Jake. A pesar de que hace bromas y es mal hablado, es un tipo serio que se preocupa de las cosas y lucha sus propias guerras personales como puede. Tiene una carga muy pesada y dolores insoportables, sueños rotos y una resignación aún más dolorosa. Pero todo cambia con Brandon en la ecuación y no tarda mucho en sumar dos más dos y darse cuenta de que si no atrapa este salmón las cosas no van a mejorar. Me paso que Jake es muy contradictorio; como la persona seria pero a la vez el alivio cómico. Entonces a veces celebraba las cosas que hacía/decía/pensaba pero en otras me generaba ansiedad lo inepto que era para ciertos temas. A su manera se preocupa por los chicos y disfruta su trabajo pero es más un premio consuelo. Entiende el ‘quedarse en casa' aunque no lo hubiera elegido si tuviera otras opciones.

Como pareja son lindos pero aburridos. Si sacamos el hard intenso son una pareja de abuelitos consolidados; se ocupan de la casa, la ropa, las pastillas y la comida. Sin altibajos, sin conflictos dramáticos que suelen tener las parejas “no convencionales" en este tipo de libros (y amo el drama) y fue realmente decepcionante no encontrar eso. Refrescante pero sin ser suficiente.

En cuanto a la trama esta nos cuenta sobre dos profesores que unen sus habilidades pedagógicas para entrenar un equipo de baseball y en el camino descubren que se mueren de ganas por los huesitos del otro. Hay hard, posibles complicaciones pero nada relevante y mucha cotidianidad. Fue aburrido. Necesito el drama, las extorsiones, el ‘nos separamos porque te amo demasiado y no quiero que sufras por la intensidad de mi amor' y cosas así. Mi vida necesita la acción que no recibe en la vida real. Y acá, a pesar de que la comida está AHÍ el gatito solo juega con la comida para luego olvidarla. Es exactamente eso: te hace pensar que hay un conflicto, como alguien delatando tu sexualidad como si fuera pecado capital y de la nada te dice jaja te la creíste wey. Si hay algo que me choca mucho es eso, el desperdicio de recursos. En aspecto, se lee rápido y tienen su buena dosis de cosas interesantes pero sobre todo me resultó aburrido. Las escenas de sexo piolas y nada grotescas.

En cuanto a lo que no me gustó podría decir varias cosas pero las que más me chocaron fueron:

La falta de conflicto: si no cuesta no se disfruta lo suficiente. Demasiados motivos para generar discordia o discusiones que se solucionan con sexo desaprovechadas.
Final: de la mano del anterior el final fue muy nada, muy meh. Quisieron meter un conflicto pedorro que se resolvió en dos párrafos que no aportó nada sustancial a la trama o a la pareja.

En fin, es un libro que podes leer si le diste oportunidad a cut&run y te gusto la pluma de las autoras. Se disfruta pero es insulso, como una galletita de agua cuando tenes hambre: te llena pero sin ser suficiente.